Sobre una meseta formada por el Río Mocotíes, se encuentra la encantadora población de Bailadores. Este pueblo agrícola del Estado Mérida se caracteriza por su agradable clima de montaña y sus flores. Se trata del mayor productor de flores del país.
El nombre del pueblo alude a los fieros indígenas residentes en la zona durante la época de la conquista. Cuentan las crónicas, que al luchar contra las tropas del español Juan Rodríguez Suárez, se movían incesantemente de un lado al otro, por lo que se referían a ellos como los indios bailadores.
En 1.576, Don Francisco de Cáceres pudo someter a estos guerreros y fundó la ciudad de La Grita. En 1.578, se efectuó el primer reparto de tierras en la zona que hoy es Bailadores, mientras que el 14 de septiembre de 1.601 Luis Martín, encomendero de La Grita, funda el «Pueblo de la Vera Cruz de Bailadores». La población tuvo una vida muy corta.
Unos años después, en 1.628, el Capitán Benito Vásquez Hermoso refunda la población, con el muy pomposo nombre de “Pueblo de Nuestra Señora de La Candelaria del Valle de los Bailadores”.

Bailadores es un pueblo de clima frió de montaña y de gente cálida con corazón noble. Muy rico en tradiciones, algunas se han ido perdiendo dando paso a los usos modernos. Sin embargo, aún se conservan las vistosas Paraduras del Niño durante el mes de enero, las festividades de la Candelaria en febrero, la celebración solemne de la Semana Santa con un Vía Crucis viviente y los «Convites» durante la siembra y las cosechas. En las navidades, se realizan elaborados Pesebres, con el acompañamiento de alegres aguinaldos.
La agricultura tradicional
Además de flores, los villorros, como se llaman a sí mismos los pobladores de Bailadores, cultivan diversos rubros agrícolas, especialmente hortalizas, granos, frutas y legumbres. Sus fresas e higos son muy apreciados en todo el país.
En la ganadería, Bailadores se destaca por su éxito en la Ganadería de Altura. La zona produce más de ocho mil litros de leche diarios, además de carne y quesos.
Por supuesto, la floricultura es un reglón importantísimo para la economía villorra, Bailadores ha pasado a ser el primer productor de flores en el Estado Mérida y en toda Venezuela, con una alta producción semanal de rosas y otras variedades como los crisantemos, las gerberas, los capachos rojos, pompones blancos, lilas, claveles, gladiolas y dalias. El fresco clima de montaña favorece la producción durante todo el año.

Las cascadas de Bailadores.
Desde las montañas del Parque Nacional Juan Pablo Peñaloza bajan riachuelos que se desprenden en hermosas cascadas. La más notable es la llamada Cascada de la India Carú o Cascada de Bailadores.
Una antigua leyenda cuenta que la princesa Carú, hija del cacique Toquisai, iba a casarse con un apuesto guerrero hijo del cacique de los mocotíes. Llegada la hora de la ceremonia, los centinelas divisaron cabalgando a los soldados del conquistador Juan Rodríguez Suárez, vestidos con sus armaduras.
Un cruento combate diezmó a los indios Bailadores, entre ellos el prometido de Carú. La india cargó cerro arriba con el cadáver de su amado para pedir su regreso al Dios de la Vida. Luego de tres días llorando en la cumbre, Carú murió de dolor abrazada al joven.
El dios de la montaña recogió sus lágrimas y las arrojó al precipicio para que todos conocieran y recordaran la triste historia de Carú.
Esta leyenda cuenta el origen de la Cascada de la India Carú. El parque donde se encuentra la imponente caída de agua cuenta con señalización, caminerías y áreas para parrillas. El agua de la cascada es muy fría, pero el recorrido y la sensación del contacto con la naturaleza son maravillosos. Es un sitio que no se puede dejar de visitar al venir a Bailadores

Alojamiento
Entre los varios lugares donde se puede hospedar el visitante, destaca el Hotel Toquisay, en la Carretera Panamericana. Con excelente atención, habitaciones cómodas y calientes, algo importante en el clima frío del pueblo. Tienen servicio de WiFi.
Otras estupendas alternativas son la Posada Mi Pequeña Villa, en la Avenida Toquisay y la Posada Villa Valentina, en la Carretera Panamericana.
Gastronomía
La gastronomía villorra es la típica andina. El rey de estas cocinas es el tradicional pastelito andino. En Bailadores se prepara de la manera antigua, con masa casera de harina de trigo y un guiso de carne con arroz. Los pastelitos de queso se preparan con queso ahumado recién hecho en casa.
No se puede dejar de lado a la arepa andina de harina de trigo. Esta arepa en Bailadores se amasa y se enrrolla de una forma particular que le da una suavidad única y un sabor irresistible.
En esta zona al tradicional mondongo, elaborado con panza de res, se le llama mute. Un favorito de los lugareños y de quienes visitan a Bailadores. También se comen los «guapitos», como se le llama aquí a las hallaquitas de jojoto o hallacas de hoja. Los granos son muy apreciados, son la base de la mazamorra campesina y del cuchute o sémola con harina de arvejas. Con las frutas del lugar se preparan variedad de conservas.
Un lugar excelente para probar los pastelitos andinos es Trastes Café Bar, en la Carrera 5. También preparan una deliciosa pisca andina. Pero si lo suyo es la comida rápida, tienen exquisitas hamburguesas y variados postres.
El Arepaso de Bailadores, en la Carretera Trasandina y el Restaurante La Sultana, en la carretera vía La Cascada, son también sitios excelente para un buen almuerzo en Bailadores, siempre con la cálida atención del andino.
¿Cómo llegar a Bailadores?
Para ir directamente a Bailadores desde Caracas o Barquisimeto, debe tomarse la Troncal 1. Es importante tomar la ruta de San Cristóbal – La Fría al llegar la encrucijada de Arenales. Esta vía se mantiene hasta llegar a El Vigía, donde se empalma con la Autopista Mérida – El Vigía.
En Estanques, se toma la Carretera Trasandina, Troncal 7, que lleva a Santa Cruz, Tovar y finalmente, Bailadores.