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Luis Magallanes y su sueño de cantar ópera

Luis Magallanes y su sueño de cantar ópera

Un viaje que parecía imposible desde el calor sofocante de Zaraza, en los llanos orientales de Venezuela, a seis horas de Caracas, llevó al joven tenor Luis Magallanes hasta Zurich, la capital financiera de Suiza, donde este año cumplirá su sueño de cantar junto a las grandes figuras de la ópera mundial. Aquí les contamos su historia.

 yo sí he tenido suerte. Tengo una buena voz. Soy tenor. Algún día tal vez sea uno de los grandes tenores del mundo (…) Mi voz me salvó. Bueno, para ser exactos: mi voz, mi terquedad y un puñado de personas buenas -ángeles terrenales- que lograron sacarme del infierno

Luis Magallanes

Un cantante lírico en Zaraza

Desde chico, Luis cantaba durante las misas en las iglesias de su natal Zaraza, también entonaba la música llanera tan popular en su región. A los veinte años ingresó al Sistema Nacional de Orquestas, uniéndose a un coro. Pronto se encontró dando clases de canto a los niños del pueblo. El Sistema le hizo descubrir el canto lírico y se apasionó, así que comenzó a viajar regularmente a Caracas para recibir clases.

Calle Bolívar de Zaraza. Fuente: Chan1991 / Wikimedia.

La crisis económica, que ya tenía tiempo incubándose en Venezuela, estalló en el año 2015, golpeando particularmente a la provincia. Zaraza no se escapó de ella y el hambre apareció en las casas del pueblo. También en el hogar de de Luis. El tenor cuenta cómo, con su mamá y sus hermanos, pasaba toda la mañana hirviendo maíz y luego moliéndolo para poder hacer unas arepas, que era a menudo lo único que podían comer en todo el día. Se deprimió: no quería trabajar, no podía trabajar, solo pensaba en que tenía hambre y que los niños, sus alumnos, tampoco tenían que comer.

Los viajes a Caracas se hicieron cada vez más dificíles. La inflación redujo su sueldo a nada y ya no podía pagar el autobús. Los viernes por la noche subía al auto destartalado de algún conocido. Hacía autostop, o como decimos en Venezuela: «pedía una cola», y hasta hacía que lo llevaran en un camión junto a la carga, «como un paria». De pueblo en pueblo. Todo por llegar cada sábado a recibir sus clases de canto.

Su ropa se deterioraba. Debía rendir los trozos de jabón: una parte para bañarse y otra para lavar. Aprendió a hacer su propio desodorante y sus zapatos se destrozaron. Comenzó a mirar con envidia a la gente que salía de un supermercado con bolsas de comida. Luis no quiso aceptar esta deshumanización progresiva.

Entonces se decidió a emigrar, pero ¿de dónde sacaría el dinero para un pasaje? Escribió pidiéndole ayuda a venezolanos influyentes que se habían marchado del país. Los pocos que le contestaron solo le enviaban mensajes de ánimo. Pero Gabriela Montero fue la excepción.

Un ángel que toca el piano

La famosa y polémica pianista se interesó por el caso de Luis. La única forma de ayudarlo era lograr el interés de algún conservatorio que lo becara. Para probar su talento, le pidió que le enviara un video. Gabriela no tenía idea de lo difícil que se había hecho en la provincia venezolana algo tan sencillo: Luis debió buscar dinero en efectivo, montones de billetes devaluados que escaseaban, y pagarle a un camionero un mes de su salario para que lo llevara a Caracas, donde pudiera conseguir un teléfono y un pianista acompañante, para hacer la grabación, además de un cibercafé para enviarla. A finales de 2017, el video llegó al correo de la Montero.

GabrielaMontero. Fuente: Ed1983 / Wikimedia.

Algunos sueños no pueden ser anulados incluso ante una crisis humanitaria histórica. Tal vez se necesita una devastación tan indescriptible para alimentar una ambición personal que dé tanto impulso. También se necesita un cierto tipo de ser humano resiliente y desafiante para atreverse a soñar y derribar todas esas barreras para la realización personal.

Gabriela Montero

El barítono irlandés Sam McElroy es el esposo de Gabriela Montero. El cantante operático reconoció de inmediato el talento natural del Luis. El video con dos arias de Mozart demostraba una musicalidad, una emisión vocal sin esfuerzo y un sonido «italiano» al estilo de la vieja escuela. Impactado, McElroy le dijo a su esposa: «¡Tenemos que sacar a ese chico de Venezuela! ¡Ahora!». Sam le mostró el video a varios cantantes, entre ellos a Plácido Domingo.

Rápidamente hubo un plan: Luis debería presentarse a una audición en mayo de 2018 en el Centro de Perfeccionamento Plácido Domingo de Valencia, en España. Se montó una campaña de recolección de fondos por internet, para la cual era necesario un video de mejor calidad y dos retratos. Ni para las fotografías tenía dinero Luis, pero sus amigos le ayudaron.

Mientras tanto, Sam compartía el video con todo el que podía. Su paisana, la mezzosoprano Tara Erraught, quedó tan impresionada como McElroy e hizo que lo vieran en la Real Academia Irlandesa de Música de Dublin, uno de los conservatorios más antiguos y prestigiosos del mundo. Los irlandeses no titubearon en ofrecer a Luis una beca completa de estudios por dos años, iniciando en septiembre de 2018. El 3 de mayo el joven tenor tomó el vuelo para Barcelona, España.

Luis Magallanes antes de partir a Europa. Fuente: Facebook / Luis Magallanes,

En la cocina del hogar de Gabriela, entre lágrimas, Luis le contó su historia a la pareja de músicos. Luis estaba muy débil físicamente y no podría audicionar con éxito en Valencia, así que se concentraron en prepararlo para Dublín. El joven se alojó con los McElroy-Montero por cuatro meses, recuperándose y aprendiendo inglés. Mientras, Sam lo asistía en el perfeccionamiento de su técnica y con los trámites de la visa irlandesa.

A finales de julio de ese año, las autoridades migratorias de Irlanda negaron la visa de Luis. Dada la difícil situación en Venezuela, no podían confiar que el cantante regresara a su país luego de finalizar sus estudios. Todo parecía derrumbarse.

Luis Magallanes
El tenor venezolano Luis Magallanes. Fuente: Facebook / Luis Magallanes.

McElroy no se dió por vencido y contactó a todos sus conocidos en Dublín. A principios de agosto se decidió a escribirle al propio Ministro de Justicia irlandés, Charles Flanagan. Entonces ocurrió lo improbable: unos minutos después sonaba el teléfono de Sam: «soy Charlie Flanagan. es el primer día de mis vacaciones de verano y estoy tomando el sol en mi jardín. No debería estar al teléfono, pero tu correo me llamó la atención. Estoy muy conmovido. ¿Cómo puedo ayudar?»

Gracias a la gestión y a la calidad humana del Ministro de Justicia, la visa de Magallanes fue aprobada. El tenor venezolano llegó a Dublín en septiembre de 2018 para iniciar sus estudios de perfeccionamiento. Durante las vacaciones, Luis viajó a Barcelona para compartir con Sam y Gabriela. En el verano de 2019, su novia Dayana pudo dejar Venezuela y llegar a Europa.

Luis Magallanes en Zurich

Luis hizo grandes progresos. En una clase magistral en Dublin le escuchó Brenda Hurley, encargada del programa de artistas jóvenes de la ópera de Zurich. Su fácil registro agudo, su musicalidad y su potencial impresionaron a Hurley, quien le animó a presentar una audición.

Ópera de Zurich. Fuente: Dani Mettler / Flickr.

El 6 de enero de 2020, preparado con arias de Rossini, Mozart, Massenet y Donizetti, el muchacho de Zaraza se presentó en Zurich, algo impensable poco más de año y medio antes, cuando llegó a Barcelona solamente con su voluntad de hierro y la belleza de su voz. De nuevo lo inesperado: la audición fue tan exitosa que le ofrecieron el contrato de inmediato, algo totalmente inusual. La Ópera de Zurich no estaba dispuesta a dejar escapar a este chico. El sueño de Luis se cumplía.

La programación de la Ópera de Zurich para la temporada 2020/2021 acaba de ser publicada. Tres producciones de altísimo nivel incluyen el nombre de Luis Magallanes: Sweeney Todd, Los Cuentos de Hoffmann y Manon. Gabriela Montero y Sam McElroy rebosan de orgullo y alegría. La voz de un ángel ha emergido, con determinación, desde la tristeza.

Para la redacción de este artículo se utilizó información publicada en la página de Facebook de Gabriela Montero y en el diario El Mundo de España.