24.3 C
Caracas
sábado, junio 3, 2023
InicioNuestra tierraEcoturismoMaría Lionza, diosa de las aguas en Yaracuy

María Lionza, diosa de las aguas en Yaracuy

Cuando los españoles llegaron para colonizar lo que hoy es Venezuela, un cacique de los indios Caquetíos o Nivares se enamoró de una mujer blanca, algunos dicen que este líder era el propio Yaracuy. La mujer dio a luz una hermosa hija de ojos verdes, a quien llamaron Yara. El chamán de la tribu advirtió que la niña de ojos claros traería destrucción a la tribu y debería ser sacrificada al dios Anaconda. 

El padre de Yara no pudo sacrificar a la linda niña y para salvarla, la encerró en una choza, colocando a 22 guerreros para protegerla e impedir que saliera de este refugio. A la niña no se le permitió nunca contemplar su propio rostro.

Con el paso de los años Yara se convirtió en mujer. Pero un día, un extraño sueño venció a los guardianes, que se quedaron dormidos en pleno mediodía. La bella joven de los ojos claros aprovechó y escapó, llegando hasta el río. En un remanso pudo por primera vez contemplar su rostro, reflejado en el agua.

Estatua de María Lionza en Chivacoa, Yaracuy
Estatua de María Lionza en Chivacoa, Yaracuy. Fuente: Dove / Wikimedia (CC BY-SA 3.0).

Pero el gran dios Anaconda, el señor del río, desde el fondo del pozo también la vio y se enamoró de la joven. Como la quería para él solo, se la comió y se sumergió de nuevo entre las aguas.

El cacique y su pueblo quisieron castigar a Anaconda, pero este comezó a hincharse, haciendo que las aguas del río se desbordaran. Con la gran inundación que provocó la serpiente, se cumplió la profecía y todo el pueblo quedó destruido, la tribu desapareció.

Pese a esto, la serpiente no dejó de expandirse y finalmente reventó. La horrible cabeza quedó en Tacarigua y la cola en Sorte. Yara quedó liberada del monstruo, pero ya no era una mujer. Ahora se había convertido en diosa, protectora de las aguas y los peces, de la naturaleza y el amor.

El culto a María Lionza

Altar en honer a María Lionza. Fuente: Geliersanta / Wikimedia (CC BY-SA 3.0).

El culto a Yara ha dejado de estar centrado en Yaracuy y se ha extendido a toda Venezuela. El catolicismo trató de minimizar su influencia, relacionándola con la figura de Nuestra Señora María de la Onza del Prado de Talavera de Nivar, que pasó a llamarse simplemente María de la Onza o María Lionza.

La devoción a María Lionza tiene su máxima expresión en Yaracuy y concretamente en la montaña de Sorte. Los creyentes de este culto van a la montaña, donde arman sus portales y realizan sus ritos. Por el río que baja de la montaña los creyentes se sumergen en los pozos haciendo purificaciones y «despojos».

Sorte, declarado Monumento Nacional Cerro María Lionza es un refugio de vida natural que protege las cuencas de los ríos Yaracuy, Chorro y Charay. Desde la declaratoria como zona protegida, en 1.960 se ha perseguido a los creyentes de María Lionza por sus prácticas en la montaña, aunque en los últimos años, se puso en práctica un Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso del Monumento, ha permitido una cierta convivencia pacífica con los fieles.

Amanecer en el Monumento Nacional Cerro María Lionza. Fuente: Geliersanta / Wikimedia (CC BY-SA 3.0).
spot_img
- Publicidad -spot_img

MÁS POPULARES