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sábado, mayo 27, 2023
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La Azulita, un fabuloso ecodestino de aves, mariposas y aventura

Un lugar de montañas que desde lejos parecen verse azules, por eso su nombre, La Azulita queda a solo una hora del Vigía, en las estribaciones de la Sierra de La Culata y a 75 kilómetros de Mérida. Este pueblo andino es llamado también «El Balcón de Los Andes» por su gran altura. Desde allí, los días despejados, se puede observar el Lago de Maracaibo.

Plaza Bolívar de La Azulita
Plaza Bolívar de La Azulita. Fuente: Karen Bautista / Wikimedia.
Secando Cacao en La Azulita
Secando cacao en La Azulita. Fuente: Wilfredor / Wikimedia.

El pueblo fue fundado en 1866 y consagrado a la Inmaculada Concepción, con un imponente templo frente a la Plaza Bolívar. De original vocación al agro, dedicado al cultivo del café y el cacao, ha pasado a tener en el turismo ecológico una considerable fuente de ingresos. Acá se encuentra un importante corredor de aves migratorias que hacen a La Azulita muy atractivo para los observadores de aves de todo el mundo.

Querrequerre. Fuente: Fernando Flores / Wikimedia.
Paraulatas. Fuente: Ymmer Vanegas / Wikimedia.

En este lugar confluyen alcaravanes, gavilanes, cotúas, cotorras, paraulatas, y diversas especies de colibríes, donde destacan el colibrí orejivioleta, el ángel de sol cuelliocre y el inca alirrufo, que es endémico de la zona.

Alcaraván
Alcaraván. Fuente: Steve Garvie / Wikimedia.
Colibrí Orejivioleta
Colibrí orejivioleta. Fuente: Nancy Pestana González / Wikimedia.

Otro enorme atractivo ecológico en La Azulita es la observación de mariposas, que proliferan en el bosque nublado de San Eusebio. Acá podrás observar la mariposita blanca del páramo, la diáfana de Huber y múltiples variedades de mariposas marrones, como la mariposa flama o la de cristal.

Mariposa Flama
Mariposa Flama (Dryas iulia). Fuente: Ramón Portellano / Flickr.
Mariposa de cristal (Greta Oto). Fuente: Ramón Portellano / Flickr.

Los manantiales de montaña nutren ríos que forman imponentes cascadas, como La Palmita, que recibe a los bañistas que se deleitan en sus aguas los fines de semana. En el Parque Recreacional La Palmita los pequeños podrán disfrutar de dos piscinas, mientras los amantes de la adrenalina pueden escoger entre el sistema de tirolesa y el puente colgante. Puedes preparar una parrilla con tus amigos en los kioscos con asadores o almorzar cómodamente en su restaurante.

Cascada La Palmita
Cascada La Palmita. Fuente: Orlycst / Wikimedia.

Otro lugar muy especial para quienes gustan de la aventura es el Parque Ecoturístico Las Cuevas del Quebradón. Este es un conjunto de cavernas que, según la leyenda, fueron usadas por Sir Henry Morgan, el famoso filibustero inglés, cuando se disponía a atacar la ciudad de Mérida. Por eso también se les llama Las Cuevas del Pirata. Acá, además de explorar las grutas, podrás practicar el canyoning o barranquismo, deslizarte por tirolesas o atravesar puentes colgantes que dan vértigo.

Canyoning
Canyoning. Fuente: Jlh249 / Wikimedia.

Una visita a La Azulita es algo que difícilmente olvidarás, por el fresco clima de sus montañas, la calidez de su gente y su biodiversidad, que es protegida en este lugar como un recurso invaluable para todos.

Garza Blanca
Garza blanca. Fuente: Nancy Pestana González / Wikimedia.
Gavilán. Fuente: Elías Rodríguez Azcárate / Wikimedia.

Gastronomía

En los restaurantes y posadas de la zona, encontrarás las típicas arepas de trigo andinas. En las bodegas se expende el dulce papelón en panela, elaborado artesanalmente en El Trapiche de Ramón. Cerca de la plaza, en Rica Tentación, podrás comprar el mejor pan de todo el pueblo, una verdadera delicia.

Mientras, en el Restaurant La Casona podrás probar una excelente sopa de cebolla andina y sabrosas pizzas, pero un platillo imperdible es el hervido de gallina preparado al estilo andino, con bastante verdura.

Panelas de papelón
Panelas de papelón. Fuente: Wladito / Flickr.

Alojamiento

El turismo se ha desarrollado bastante en La Azulita, por lo que será fácil ubicar una buena posada para hospedarte. La Posada Tesoro Artesanal, en el sector Quebradón, te cautivará con su clima de montaña y su excelente comida.

En el sector San Eusebio, la Estancia La Bravera es una opción estupenda, Jorge e Ivón te atenderán con esmero en este hermoso lugar, pensado para el cuidado del ambiente, donde podrás observar hasta doce especies de colibríes, hacer visitas a los alrededores y deleitarte con el vuelo de las mariposas. La Bravera hasta tiene su propia especie de mariposa: la Braverae Bernhard, que fue descubierta aquí.

Estancia La Bravera. Fuente: Estancia La Bravera.

¿Cómo llegar a La Azulita?

Desde Mérida, se debe tomar por la Avenida Los Próceres la vía hacia Jají. Al pasar el Chorrerón de Las González, se debe cruzar a la izquierda en Las Cruces. Comienza acá una carretera que, lamentablemente, se encuentra en pésimo estado. Al pasar el sector San Eusebio, el camino mejora y muy pronto llegarás a tu destino. El viaje puede tomar hasta tres horas para recorrer los 75 kilómetros entre Mérida y La Azulita.

Si vas desde El Vigía, debes dirigirte a Caño Zancudo y allí tomar la ruta que asciende por la montaña. Esta carretera está en mejor estado y llegarás en una hora.

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