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jueves, febrero 15, 2024
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Jají y su encanto andino

Cerca de la ciudad de Mérida, colgado de las estribaciones occidentales de la Sierra de La Culata, Jají es un pintoresco pueblito donde la tranquilidad reina y se siente el frío de la montaña. Este lugar es uno de los atractivos turísticos más importantes de la región andina y no puedes dejar de visitarlo.

Bartolomé Gil Naranjo lo fundó como Pueblo Grande de San Pedro y Santa Lucía, el 17 de mayo de 1.586. Sin embargo, las constantes luchas con los indígenas impidieron que el pueblo se consolidara. El 8 de octubre de 1.735, Tomas Joseph Valero y Rodrigos le asignó el nombre de San Miguel Arcángel de Xaxí. Antes de la conquista española, la zona estuvo habitada por una bravía tribu de los indios Chama que se hacían llamar Jajíes o Xaxíes, de allí el nombre del pueblo.

La población está situada a una altura de 1.781 metros sobre el nivel del mar, lo que hace que su temperatura sea muy agradable durante todo el año. Es un pueblo cuyo principal ingreso depende del turismo, así como de la ganadería y la agricultura. Aquí se cultiva un excelente café, además de papas, zanahorias, hortalizas y flores.

Calle de Jají
Calle de Jají. Fuente: Hilda Sulbarán / Wikimedia.

El pueblo se asienta en una zona con fuertes pendientes, donde fue necesario adaptar las construcciones y el trazado de las calles al contorno de la montaña. Jají ha mantenido a lo largo del tiempo sus características coloniales, pero fue objeto de una restauración que se inició en el año de 1.968 y duró tres años, devolviéndole su encanto original. Al realizar estos trabajos respetó la arquitectura de la época, manteniendo muchas de las puertas, ventanas y rejas originales.

Hoy en día, las calles principales de Jají están empedradas y sus casas de bahareque con techos de tejas, algunas con balcones volados en madera, están pintadas de blanco con detalles en azul, al igual que la iglesia, lo que le confiere un aspecto muy singular al poblado.

En el centro del pueblo funcionan posadas, cafés y pequeños restaurantes que ofrecen comidas típicas. Algunos comercios se dedican a la venta de dulces y artesanías en general. Los turistas buscan mucho la figuras talladas en madera, las vasijas de arcilla y cerámica y objetos elaborados en lana o algodón como hamacas, ruanas, gorros y guantes.

Jají
jají. Fuente: AlexSR087 / Wikimedia.

Como en muchos pueblos venezolanos que datan de la colonia, la plaza y la iglesia son el eje alrededor del cual se desarrolla la mayor actividad. La iglesia de Jají está dedicada al patrono del pueblo, San Miguel Arcángel. Tiene una estructura de tres naves separadas por dos columnatas y un pequeño altar con la imagen de San Miguel en el presbiterio. La torre de la iglesia es de planta cuadrada, con un linterna de base octogonal rematada por una cúpula y una cruz.

La Plaza Bolívar fue remodelada en en año de 2.008 y cuenta con espacios para el desarrollo de actividades culturales. Un detalle curioso es que en este lugar que nos transporta al pasado, la plaza tiene acceso gratuito a Wi-Fi.

Hospedaje

Dos excelentes lugares para alojarse en Jají son la Posada Aldea Vieja, en la Calle Principal, detrás del Arco y la Posada Turística Jají, en la esquina sur de la Plaza Bolívar. Un poco retirada está la Posada y Restaurant La Cabaña del Turista, en el sector Manzano Alto de la vía hacia Ejido.

Pero un lugar sin duda especial es el Hostal Hacienda El Carmen, ubicado a 2 kilómetros del pueblo de Jají, dentro de las instalaciones de la antigua Hacienda El Carmen, un fundo cafetalero del siglo XIX. La casona de la posada es una hermosa construcción de estilo colonial con mucha historia. La atención es excelente y se esmeran en servir unos deliciosos desayunos al estilo andino.

Un rincón del pueblo de Jají
Un rincón del pueblo de Jají. Fuente: Hilda Sulbarán / Wikimedia.

La gastronomía

En los negocios que consigues en Jají puedes disfrutar de la deliciosa gastronomía andina. Las arepas de trigo y los pastelitos son los predilectos, pero también puedes degustar una buena pisca andina, o un platillo a base de trucha. Tienes que tener cuidado con los postres, o ganará fácilmente un par de kilos: fresas con crema, dulces abrillantados, papitas de leche, bocadillos de guayaba o higos rellenos son solo algunas de las delicias típicas andinas que ofrecen los jajienses.

Un sitio muy recomendable es la Fonda Doña Carmen. Allí te ofrecen excelentes hervidos, piscas y preparan una trucha exquisita. Luego de comer debes probar el café que preparan con granos de su propia finca. Sus propietarios son muy amables y también organizan paseos a caballo por los alrededores del pueblo.

Otro lugar muy acogedor es Tikun Café, en la Calle Independencia, donde podrás tomar un buen café acompañado de ricos postres. Además podrás adquirir allí variedad de productos artesanales.

Pastelitos andinos
Pastelitos andinos. Fuente: Julio Sifontes / Wikimedia.

¿Cómo llegar a Jají?

Desde Mérida, se debe tomar por la Avenida Los Próceres, la vía está bien señalizada. Al pasar la Chorrera de Las González, pronto se llega a Las Cruces, allí hay una alcabala y una estación de servicio. Se debe cruzar a la izquierda. El recorrido de 34 kilómetros toma casi una hora, claro, eso si no te detienes en Las González a disfrutar de un baño helado en la chorrera.

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